Sobre un mapamundi o un globo terráqueo, la Argentina aparece como una extensión prácticamente insular: kilómetros de litoral marítimo y grandes ríos como límites naturales con países contiguos. A poco que se profundice en su historia, se verá la importancia que ha tenido el entorno acuático como escenario de las luchas por la independencia, como vía de flujos inmigratorios y de intercambios comerciales.
Argentina es un país orilla. Pero una orilla negada.

Entre las pulsiones biográficas y las determinaciones históricas, entre lo individual / grupal y lo social, con el proyecto Orillas nos proponemos un recorrido –no turismo, sino Odisea- de las orillas del litoral argentino. La elección del itinerario no está centrada en un criterio meramente paisajístico; la zona a explorar es importantísima por su historia, por las tensiones del presente que se manifiestan en ella y por su proyección de futuro. Fue y es territorio de tráficos, contrabandos, cruces, choques, hibridaciones económicas, étnicas, lingüísticas, sociales, políticas, estéticas. Zona, pues, de inevitables cruces, de movilidad, choque, interpenetración, inestabilidad.